miércoles, 25 de junio de 2008

Una pena observada


C.S.Lewis (Irlandés 1898-1963)




Fragmentos textuales.


Por que le hago sitio en la mente a tanta suciedad y sin sentido?¿Espero que mi sentir así disfrazado de pensamiento menguará la fuerza de la herida?¿Son estas notas las contorsiones insensatas de un hombre que se niega a aceptar que nada que no sea sufrir se puede hacer con el sufrimiento?¿Que sigue creyendo que hay algún medio que hace que el dolor deje de ser dolor?

Hasta hoy nunca tenía tiempo. Ahora no hay otra cosa que tiempo, sucesividad vacía.

Una sola carne.O, si prefiere, un solo barco.El motor de estribor se detuvo.Yo, el de babor, debo arreglármelas hasta llegar a puerto.O, mejor, hasta que acabe el viaje.

No es verdad que estoy pensando siempre en H. El trabajo y la conversación lo vuelven imposible.Pero quizás el tiempo peor es cuando no pienso en ella.Por que entonces, aunque olvido la razón, siento que todas las cosas están impregnadas de una vaga sensación de desorden, de error, de que sucede algo malo.Como en esos sueños en que no ocurre nada terrible -nada que resulte digno de mención en el desayuno- , pero cuya atmósfera global sabe a muerte.

Escucho la campana del reloj y advierto que le falta algún matiz de ese sonido. ¿Que sucede en el mundo que se me presenta "chato", mustio, exhausto?Entonces recuerdo.

¿Vendrá un tiempo en que no preguntare por que el mundo parece calle sórdida, y creeré que es normal la miseria?

¿La pena se atenúa finalmente y queda en tedio teñido de ligera náucea?

Nada tengo que no haya regateado.Por cierto que es diferente cuando las cosas le suceden a uno mismo y no a otros; y en la realidad, no en la imaginación.
Si mi casa ha colapsado con un solo golpe, así ha sido, porque era una casa de cartas de naipe. La fe que "toma en cuenta estas cosas" no era fe; era imaginación.
Si realmente me hubieran importado, como yo creía, las aflicciones del mundo, no estaría tan abrumado por la aflicción que me ha tocado.
Empiezo a ver.Mi amor a H. fue de una calidad muy semejante a mi fe en Dios.No quiero exagerar, sin embargo.Dios sabe si hay algo mas que imaginación en la fe o algo mas que egoísmo en el amor.Yo no lo sé.

Nada puedes ver bien si tienes los ojos velados de lágrimas.

No puedes en la mayoría de las cosas, conseguir lo que quieres si lo quieres con demasiada desesperación: en cualquier caso así no consigues lo mejor.
Se desperdician bebidas deliciosas si tienes una sed insaciable.
Cuando en el alma no tienes nada a excepción de un grito de ayuda, quizás sea precisamente el momento en que Dios no te puede socorrer; eres como el que está a punto de ahogarse y nadie te puede socorrer porque te aferras y arrastras. Quizás la insistencia de tus gritos y tus llantos te ensordece para escuchar la voz que esperabas escuchar.

Porque la buena esposa contiene tantas personas en si misma ¿Que no era H. para mí?

Es arrogancia de hombres calificar de "masculinas" la franqueza, la equidad y la caballerosidad que advertimos en las mujeres; y arrogancia de las mujeres calificar de "femeninas" la sencibilidad y la ternura.Pero que fragmentos pobres y perversos de humanidad deben ser la mayoría de hombres y mujeres para convertir en plausibles las consecuencias de esa arrogancia.El matrimonio cura esto. Juntos los dos se hacen plenamente humanos. Dios los creo a su "imagen".Así, pues, paradójicamente, este carnaval de sexualidad nos conduce a trascender nuestro sexo.

Y entonces uno de los dos muere. Y pensamos que esto es amor interrumpido; como un baile que se detiene en pleno giro o una flor que han cortado fortuitamente.
...entonces el duelo forma parte integral de la experiencia universal del amor de ambos amantes.
... no es interrupción del proceso, si no una de sus faces, sino la figura siguiente.

La amada nos "arranca de nosotros mismos" mientras está aquí. Y entonces viene la figura trágica del baile con la cual aprendemos a que "nos arranquen de nosotros mismos".

Porque en la pena nada se queda quieto.

¿Son estos tus términos, Señor?¿ Puedo reunirme otra vez con H.si aprendo a amarte tanto que ya no me importe si me reuno o no con ella?
Cuando dejo estas preguntas ante Dios no hay respuesta.Pero se trata de una suerte especial de "falta de respuesta".No es la puerta cerrada. Se parece mas a una mirada no exenta de compasión silenciosa.Como " tranquilo, niño; no comprendes".

Puede un mortal hacer preguntas que Dios encuentre incontestables?

¿Cuantas horas caben en un kilómetro?¿El amarillo es cuadrado o redondo?

5 comentarios:

Trucks and Autos dijo...

Hola! Te devuelvo la visita, un poco tarde..., sorry...

¡Qué buenas pinturas!

Tienes una bendición en mi blog, te invito a que pases a recogerla.

Un abrazo.
Martha.

claudia puig dijo...

Felicitaciones por el fragmento escogido...qué poético es Lewis!

Marta Bass dijo...

Querida Rosario:
Cuanta sensibilidad tienes.
Si lo estoy pasando muy mal.
Leí una pena observada, me siento igual pero por otra razón. En Marzo falleció mi mamá y dos meses despues muere mi único hijo de 42 años, es toda una tragedia, no tengo hermanas soy única hija, hace 3 años murió mi primer esposo, pero la vida me premió con otro esposo mi único apoyo. No tengo preguntas para Dios, ni siquiera me pregunto porque a mi, solo pregunto porque a ellos. Mi hijo dejó dos nietitos que viven con su madre en Brasi. Estamos todos sin encontrar ni rumbo ni consuelo, recién ahora estoy comenzando a conectarme con el mundo.
He comenzado a pintar pero ya me es muy dificil ver la vida en colores.
Un beso Marta

Gloria Baker dijo...

Rosario esto es absolutamente hermoso he leìdo de C.S.Lewis pero este texto no lo habìa leìdo, cuanta verdad y sabidurìa!!! se me haolvidado comentarte, como siempre hablamos de cocina que a mí me encanta TAGORE, tengo cosas de èl y tengo que rescatar un libro que prestè es uno de mis preferidos, besos, Gloria

Luis y Mª Jesús dijo...

muy bueno